jueves, 23 de mayo de 2013

Historia de mi vida III: un cuento triste con final feliz

En un lugar de la mancha, concretamente en Murcia, jeje...

Hola tiesamigos! qué hacéis levantados tan tarde? ya que estais aquí quedaros un ratito más. os voy a contar una de las historias más bonitas que conozco (pero no os durmais eh, jeje). Erase una vez de un niño murciano que tuvo la apolio. Ese niño, el pobrecito, tuvo que pasar un año en casa. Al principio el niño estaba triste y se sentía solo, quería salir a jugar con los demás niños pero no podía, el pobrecito. Pasaba sus tardes pegado a la ventana, con los deditos dibujaba caras sonrientes, pero luego las ponía tristes cambiando la forma de la boca. El niño se llamaba javier y antes de tener que quedarse en casa su sueño era ser futbolista, como movilla. La primera vez que su padre lo llevó al fútbol, alguien le tiró un mechero un mechero a la cabeza y él siguió jugando con la sangre y todo. Aquello le impresionó. Aquel Real Murcia-Club Deportivo Ourense lo dejó marcado. Pero su sueño se vio trucado por la fatalidaz. Recluido y guerfano de sueño, el pobrecito creía que era el niño más triste del mundo. Pero entonces, su tío Raúl, que criaba chinchillas, fue a visitarlo una tarde. Lo vio muy apenado y le dijo: muchacho, deja de lloriquear, tú lo que necesitas es hacerte un hombre". Al día siguiente le regalo una colección de cintas VHS con las mejores películas de Steven Seagal. Ahí estaban: difícil de matar, buscando justicia, alerta máxima 2, sumergido: alerta total, al filo de la muerte, en tierra peligros, por encima de la ley, difícl de matar, señalado por la muerte, y otras tantas. El pobrecito las vio todas y descubrió al hacerlo que, dormido en su corazón, había una pasión por el cine. Inspirado por las películas de Steven Seagal, compuso un musical que tituló: José Mª Movilla high-school. Era la historia de un colegio al que solo iban niños con apolio. El director era José Mª Movilla y uno de los niños al final de curso liberaba a unas chinchillas de unos traficantes de pieles y luego todos cantaban el himno del Real Murcia.

Os dejo una foto del pobrecito.

Bueno, como este es un espacio intimo, no me parece bien que me hande con cuentos ni mentiras. Tengo que ser sincero, aunque me cueste. En realidad no eran chinchillas sino palomas. El tío raul era en realidad mi tío antonio, y el pobrecito Javier era yo jeje. No queria que os pusieseis tristes. Sé que da un poco de pena la historia, pero ya me veis, estoy consiguiendo mi sueño (no cantar con movilla, jeje, sino el otro), así que es un final feliz. Aunque, bueno, tengo que reconocer que cuando sacaron High-school musical casi me da algo jeje.

Vuestro amigo
Roberto

1 comentario:

  1. ánimo amigo! cómo tu hay muchos que perseguimos nuestro sueño y al final lo logramos pero solo con esfuerzo y muchas lágrimas por el camino, pero desde aquí te doy todo mi apoyo y te digo que luches por tus ilusiones que merece la pena.

    Una amiga en la distancia :)

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